Continuamos esta semana con el estrés y cómo poder controlarlo en tu día a día.
Cambia tu perspectiva. Intentar desarrollar una actitud más positiva ante los desafíos, puede ser una tarea complicada o incluso algo absurda, pero puedes intentar reemplazar los pensamientos negativos por otros más positivos. Por ejemplo, en lugar de pensar, "¿por qué siempre salen mal mis cosas?", se puede cambiar por “capaz de encontrar una manera de superar esta situación".
Haz algo con lo que puedas disfrutar. Cuando te sientas con un estado de ánimo decaído a causa del estrés, puedes comenzar por realizar alguna actividad con la que te diviertas y disfrutes, no importa qué sea lo que hagas, pero ten siempre en cuenta que dedicar un tiempo diario para sí mismo, dando la espalda al estrés a corto plazo puede beneficioso.
Explora formas que faciliten la relajación. Existen multitud de técnicas dedicadas a la relajación. Existe una gran cantidad de estudios que avalan el entrenamiento en relajación como una manera muy útil de enfrentarse al estrés cotidiano, dado que ayudan a disminuir la frecuencia cardíaca, así como la tensión arterial y muscular. Podemos encontrar una gran variedad, desde respiración diafragmátca o entrenamiento de relajación de Jacobson a yoga, pilates, taichi…Puedes probar con alguna clase de prueba, mediante libros o bien utilizando recursos online.
No dejes de lado tu vida social. A menudo, el estrés interfiere en nuestro entorno familiar o nuestro círculo de amistades cercano. Es importante no dejar que las situaciones cotidianas estresantes nos hagan abandonar nuestro entorno social, para no sentirnos aislados y desbordados, puede ser bueno tratar de pasar tiempo con familiares y amigos puede ayudarle a sentirse mejor y olvidarse del estrés.
Duerme lo suficiente. Descansar suficientemente durante la noche puede ayudar a pensar con más claridad y a tener más energía. Debemos tratar de dormir entre 7 y 9 horas diarias.
Dieta saludable. A menudo olvidamos el hecho de que comer bien, es decir, comer alimentos saludables ayuda al organismo a tener energía suficiente para afrontar el día. Es preferible evitar las bebidas energéticas o azucaradas en exceso, reducir el consumo de grasas saturadas y fomentar la ingesta de fibra.
Establecer límites (aprender a decir que no). Si la causa del estrés es la acumulación de trabajo o de tareas, el delegar en otras personas de confianza el exceso de responsabilidad nos puede ayudar a reducir la tensión.
En ocasiones, pese a seguir estas pautas puede que no seamos capaces de manejar el estrés por nuestra propia cuenta y que su malestar sea realmente significativo. Llegados a este punto, es posible que sea preferible considerar la ayuda de un profesional que pueda evaluar de qué manera lo afrontas y así poder ayudarte a encontrar otras maneras de combatir el estrés.
Nos leemos!!
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